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jueves, 16 de junio de 2011

ANTENOCHE SOÑÉ CON DESCARTES


Así como lo digo, antenoche me desperté con   la sonrisa de Descartes ante mí, miré el reloj y eran las seis de la mañana, mi mujer dormía todavía. ¿Y qué tengo yo que ver con Descartes para soñar con él? -Pensé al tiempo que me ponía los auriculares y encendía la radio. 
Las noticias de las seis de la mañana no debieron parecerme interesantes porque yo seguí con Descartes, ¿Y qué cojones tengo que ver yo con Descartes para soñar con él? -Me preguntaba de nuevo.
Recuerdo a Descartes cuando estudié la historia de la filosofía en COU y le estoy muy agradecido porque me salvó la selectividad al caerme en el examen de filosofía y sacar buena nota, supongo que me lo sabía. Unos años después preparando oposiciones, un compañero de piso se preparaba para profesor agregado de filosofía y yo le ayudaba, él me exponía su tema extraído al azar por mí y luego le rebatía sus explicaciones, lo que reforzaba sus estudios. A mí me gustó mucho y aprendí bastante pero sigo sin encontrar explicación a porqué sueño con Descartes. Durante todo el día de ayer estuve dándole vueltas para encontrar alguna explicación a ese sueño, no encontré nada salvo que los personajes de mi última novela se conocieron hablando de una novela que se llama «El mundo de Sofía» que es en realidad una historia novelada de la historia de la filosofía, pero tampoco encontré una relación para soñar con el filósofo mencionado. Mi mente es de las que no paran hasta encontrar lógica a las cosas y seguí dándole vueltas al asunto, sin encontrar nada que me respondiera con cordura al asunto. A la noche, antes de dormir, volví a acordarme y pensé: -¿Volveré a soñar con Descartes?
No, esta noche no soñé con Descartes, aunque volví a darle algunas vueltas  al asunto antes de irme a la ducha, después del desayuno me fui a pasear por la orilla de la playa como todos los días y en el paseo encontré la solución.
            Todas las mañana ando durante dos horas por la orilla de la playa, debo decir que por prescripción facultativa, si bien andar es unos de los mayores placeres que la vida me ha dado, en mis paseos suelo soñar mis historias y cuando vuelvo a casa las traslado al ordenador. No suelo prestar atención a los compañer@s de ruta, pero a veces algún@s me llaman la atención, especialmente dos argentinos que suelen estar sentados en un banco con el torso desnudo tanto en invierno como en verano y la jarrita de mate en las manos mientras hablan acaloradamente sobre temas poco frecuentes de oír en la calle, generalmente filosóficos o sobre los seres humanos como humanos. Yo nunca me paré a hablar con ellos, aunque a veces me hubiera gustado hacerlo(maldita timidez) y solo los oía un poco mientras me alejaba. Me gusta oír hablar a los argentinos porque se emocionan con el lenguaje, con esa pronunciación tan lejos de la andaluza y porque parecen sabios o al menos parecen que saben. De cualquier manera hoy, al oírlos hablar me acodé de la conversación que anteayer oí al pasar a su lado: «Uno le decía al otro…y allí estaba Descartes sonriendo» no recuerdo nada más ni sé de qué estaban hablando, todos los días los oigo y no recuerdo lo que hablan aunque lo hacen en un tono que es imposible no oírlos, salvo que seas sordo.
            Y yo me desperté con Descartes sonriendo, ¡maldita sea! Y que tengo yo que ver con lo que hablen aquellos dos argentinos. No lo sé, solo sé que soñé con Descartes, pero ¿Quién era Descartes? La Wikipedia seguro que nos lo dice:
René Descartes También llamado Cartesius. (La Haye, en la Turena francesa; 31 de marzo de 1596 – Estocolmo, 11 de febrero de 1650) fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica. Durante la edad Moderna también era conocido por su nombre latino Renatus Cartesius. Descartes nace el 31 de marzo de 1596 en la Turena, en La Haye en Touraine, actual Descartes, después de abandonar su madre la ciudad de Rennes, dónde se había declarado una epidemia de peste. Pertenecía a una familia de la baja nobleza, siendo su padre, Joachin Descartes, Consejero en el Parlamento de Bretaña. Era el tercero de los descendientes del matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Rennes, y Jeanne Brochard, por lo que, por vía materna, era nieto del alcalde de Nantes.
Obras
Aunque se conservan algunos apuntes de su juventud, su primera obra fue Reglas para la dirección del espíritu creada en 1628 y publicada póstumamente en 1701. Luego escribió La luz o Tratado del mundo y El hombre, que retiró de la imprenta al enterarse de la condena de la Inquisición a Galileo en 1633, y que más tarde se publicaron a instancias de Gottfried Leibniz. En 1637 publicó el Discurso del método para dirigir bien la razón y hallar la verdad en las ciencias, seguido de tres ensayos científicos: Dióptrica, La Geometría y Los meteoros. Con estas obras, escritas en francés, Descartes acaba por presentarse ante el mundo erudito, aunque inicialmente intentó conservar el anonimato.
En 1641 publicó las Meditaciones metafísicas, acompañadas de un conjunto de Objeciones y respuestas que amplió y volvió a publicar en 1642. Hacia 1642 puede fecharse también el diálogo, obra póstuma, La búsqueda de la verdad mediante la razón natural.
En 1644 aparecen los Principios de filosofía, que Descartes idealmente habría destinado a la enseñanza. En 1648 Descartes le concede una entrevista a Frans Burman, un joven estudiante de teología, quien le hace interesantes preguntas sobre sus textos filosóficos. Burman registra detalladamente las respuestas de Descartes, y éstas usualmente se consideran genuinas. En 1649 publica un último tratado, Las pasiones del alma, sin embargo aún pudo diseñar para Cristina de Suecia el reglamento de una sociedad científica, cuyo único artículo es que el turno de la palabra corresponda rotativamente a cada uno de los miembros, en un orden arbitrario y fijo.
De Descartes también se conserva una copiosa correspondencia, que en gran parte canalizaba a través de su amigo Mersenne, así como algunos esbozos y opúsculos que dejó inéditos. La edición de referencia de sus obras es la que prepararon Charles Adam y Paul Tannery a fines del siglo XIX e inicios del XX, y a la que los comentaristas usualmente se refieren como AT, por las iniciales de los apellidos de estos investigadores.
Bueno no todo el mundo puede decir que ha soñado con Descartes.

1 comentarios :

Vaya sueño con Descartes jeje yo la verdad me acuerdo de mi sueño los primeros minutos que despierto y despues ¡plas! ya no me acuerdo de nada :S
Saludos!

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