Tengo muy descuidado mi blog, no me está
resultando fácil esta etapa de mi vida, pero esta no se para, al menos mientras
hay vida. Estamos en la estación
otoñal, que fue muy fructífera en otras épocas, por eso os dejo unos poemas que nos hablan de esta época. Sencillamente el Otoño.
OTOÑO
(1975)
Otoño,
tú,
invierno,
nada.
Las hojas,
te quiero,
el frío,
vete.
Antonio,
mi amigo
Moreno,
incomprendido.
Anmor,
nada.
Yo,
quizás.
Adiós,
te quiero.
TORMENTA DE OTOÑO
(2014)
Hasta mi llega la
tormenta
en esta oscura noche
de lluvia
que trae el otoño
convertido en niebla,
suave y escurridizo
como una nutria.
Se marchó septiembre
sin decir adiós
escondido entre
nubes de olvidos,
con gotas de agua
que cambian de color
y amargan como las
tueras al sol.
Llegó octubre y con
él el frío
el otoño ha vuelto
de nuevo,
pasará el tiempo que
ya no es mío
y la nieve llegará como
un placebo
que volverá el
tiempo negro
dejando una ráfaga
de fuego
que romperá el
silencio ciego
de la primera
tormenta del cielo
en este otoño de
Huélago.
UNA FLOR DE OTOÑO
(2014)
Un pensamiento crece lentamente
uniendo la tierra
con el cielo
antes de sufrir con
el hielo
que la noche traerá
desoladamente.
Es hierba de otoño
que nace en soledad
que luce cada
mañana su flor altanera
aunque envidia a
sus hermanas de primavera
que lo cubrirán
todo de colores al azar.
Una mañana fría, de
sol alegre,
suspiraba de júbilo
abriendo su flor
cuando una oveja
hambrienta y ojialegre
muerde su fruto más
preciado y luego sigue al pastor.
El pensamiento
llora desconsoladamente
por haber perdido
su corazón
para morir
lentamente
en este otoño de
frío y de sol.
AGUAS DE OTOÑO
(2014)
Sobre mi piel, las
aguas de otoño
llegan con usura,
olvidando sin querer
las flores
amarillas que recuerdan mi niñez
y convierten el
tiempo pasado en ñoño.
En el cielo, las
nubes se oscurecen
ocultando el
azul y su hermosura
en palabras negras
que mienten
dejando el alma
desnuda
que huye del
cuerpo muda.
Bajo la lluvia, el
hueco del silencio
y la frialdad de
la ropa mojada
que atormenta todo
mi cuerpo,
y asustado me
convierto en nada.