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Advertencia: algunos relatos pueden tener contenido para adultos.

UNA GUERRA SENCILLA

UNA GUERRA SENCILLA es una novela sobre la guerra civil española y la posguerra.

NADIE AMABA A FEDERICO GARCÍA LORCA COMO YO

NADIE AMABA A FEDERICO GARCÍA LORCA COMO YO es una novela sobre la muerte del poeta al comienzo de la guerra cuvil española.

ANIK

ANIK es una novela de fantasía en la que una joven recibe un medallón mágico que le otorga unos poderes extraordinarios.

LA PIEDRA DE SCONE

ANIK sigue luchando para continuar su vida normal y no perder el amor de su vida en su lucha contra los seres alados.

LA INVASIÓN DE LOS REINOS DEL HIELO

El planeta Tierra es atacado por seres de otras dimensiones y ANIK y sus hijos son la clave para defender la tierra y a sus aliados.

80 HISTORIAS DE TU AMOR Y EL MÍO

80 HISTORIAS DE TU AMOR Y EL MÍO es el primer poemario de la TRILOGÍA DEL DESAMOR.

lunes, 31 de marzo de 2014

A LA PAR QUE EL SILENCIO

Esta poesía es la más antigua que conservo. Estaba en una libreta de la escuela junto a unos problemas de matemáticas.


Curso, 1965-66.- 8 años.
A la par que el silencio
A la par que el silencio,
a mi casa quiero llegar.
¡A jugar! ¡A jugar!
*****
Yo vivía en un pequeño pueblo, de nombre Huélago, en una casa muy grande al comienzo del Barrio Alto. Esta tenía un corral donde podíamos jugar y al lado un huerto con higueras y sembrados de mi padre donde no podíamos jugar. Enfrente de mi residencia vivía Baena, uno de mis mejores amigos. Todos los días, en cuanto salíamos de la escuela, nos íbamos a jugar a mi casa. Un día hablamos de construir nuestra propia choza en el corral para llevar allí a todos nuestros juguetes. Sería nuestro palacio.
Por la noche se me ocurrió que yo podría construirla y darle una sorpresa. Naturalmente no se lo dije a nadie. Era mi secreto. Fui reuniendo los materiales que necesitaba y cuando los tuve listos me preparé para construirla.
El cielo estaba nublado y amenazaba lluvia. Perfecto. Eso significaba que tenía que darme prisa para terminarla antes de que comenzara a llover. La gracia de la choza estaba en que podíamos refugiarnos si llovía y jugar dentro o simplemente ver caer la lluvia sin mojarnos. Todo un acontecimiento a esa edad.
Pero los planes no siempre salen como uno quiere y en cuanto llegué a casa mi padre me gritó:
¾    ¡Niño, los conejos no tienen hierba!
¾    ¡Voy ahora mismo! —le contesté con mal humor.

Sabía lo que simbolizaba. A  mis ocho años, ese era el trabajo que me habían encomendado mis padres; mis hermanos mayores y mi padre eran jornaleros, mis hermanas y mi madre hacían los trabajos de casa. Yo, aparte de la escuela, era el responsable de la alimentación de los conejos y de limpiar la zahúrda, y me gustaba  cumplir.
Todos los días, al salir de la escuela, cogía un saco vacío y me dirigía al campo a recoger hierba, era un trabajo difícil pues había que saber distinguir entre la hierba buena y la venenosa, la que más les gustaba a los animales y la que les provocaba diarrea.
Aquel día tenía prisa por acabar la choza, y me contrarió que mi padre me recordara mis obligaciones. Cogí el saco y corrí en dirección a la Pocilla, salté de un brinco el Ramblón y me metí en un maizal que había en la Parata Zorrica. Sabía que allí había un buen careo de Mocos de Pavo y llené el saco en un momento hasta la boca. En media hora había vuelto con mi carga a la espalda. Limpié las conejeras de cagarrutas, con una escoba de rama, y puse la hierba en los comeeros.
Solo entonces me puso a trabajar en mi proyecto. Cuando terminé, cogí mis juguetes, mis libros y me metí dentro al tiempo que comenzaba a llover. Era bonito ver como llovía fuera de la choza y no me mojaba. Mientras esperaba, a que viniera mi amigo, bien pude escribir una poesía como esta.
Realmente ignoro cómo y cuando escribí esta poesía. Solo sé que estaba escrita en una libreta de la escuela del año 1965. Había dos libretas: esta y otra de 1967, ambas tenían poesías, junto a los problemas de matemáticas. Hacia 1973 mis padres reformaron la casa y quitaron el tejado. Todos los muebles y enseres se llevaron a una casita del Arrecife. Cuando se terminaron las obras, se volvieron a su lugar. Fue entonces cuando eché en falta esas libretas y algunos libros antiguos y que tenía valor de coleccionista. Seguramente, alguien consideró que las libretas estaban gastadas y las tiró sin saber que yo las guardaba por las poesías.
Solo conseguir recordar una poesía corta y sencilla de cada libreta, las demás, fueran originales o copiadas, se perdieron.
Tampoco puedo recordar como comencé esto de escribir sentimientos a través de la poesía. Seguramente quise hacer como los poetas que venían en la enciclopedia y en algunos libros que había en la escuela.

En cualquier caso, recuerdo escribir poesías en esas chozas que construía en mi corral y que mis padres destruían cuando les estorbaban y que yo volvía a reconstruir.


jueves, 13 de marzo de 2014

Prólogos de Amor Azul

Cuando comencé a publicar mis libros decidí que entre novela y novela publicaría un libro de género diferente. Anteriormente publiqué teatro, ahora le toca a la poesía.

Amor Azul es un libro con 254 poemas y está dedicado al amor, al amor azul, al amor humano. ¿Por qué este título? creo que lo podéis ver al leer la explicación que da el autor al comienzo del libro y leyendo el prólogo que hace Azel Highwind que además es autor de la portada y de las ilustraciones del interior.
El libro se pondrá a la venta en mi tienda online y el algunas librerías físicas de Granada.

NOTAS AZULES DEL AUTOR:

Decía Rubén Darío que el azul es el color del ensueño, el color del arte, un color oceánico y firmamental. Y es cierto, sin embargo, aunque es el color del cielo, que es inmenso, y de los océanos, que ocupan casi toda la superficie del planeta, es un color escaso en la naturaleza y siempre ha sido admirado por el ser humano.
Amor azul es un conjunto de poemas que nacen en el corazón virgen del Poeta para presentar toda la vitalidad del amor. Del amor azul, del amor humano con todos sus defectos y contradicciones.
Amor Azul es un amor poético, es la búsqueda del amor correspondido, necesario para la realización del Poeta. En esa búsqueda utiliza la palabra. La palabra es el órgano de expresión y de relación con la amada que se presenta como un concepto vago que forma parte de la vida y que se vuelve un objeto poético en la figura de Preciosa, al igual que hizo Dante al escribirle a su Beatriz, pero en versión moderna con la peculiaridad de que Preciosa representa a la amada, independientemente de quien sea la mujer cortejada.
Además la amada recibe un título real por parte del Poeta: el de Ninfas para los primeros contactos con el sexo femenino qué en algunos casos casi llegan a enamoramiento, pero que solo se quedó en “me gusta” o en “amiga” y en el título de Princesa cuando llega el amor de verdad. Así surge con el primer amor la Princesa del Imperio de los Poetas, cuando se vuelve a enamorar aparece la Princesa del Mar, a la que también llama Princesa del Imperio Azul en honor a Rubén Darío o la Princesa del Amor cuando su amor es correspondido. Más tarde aparece la Princesa de la Noche para culminar su amor ideal. La Princesa es Preciosa con las características propias de cada amada.
La amada, casi siempre se presenta en sueños poéticos, generalmente distantes y no correspondidos, salvo la Princesa del Amor, que entrega su amor al Poeta y le hace feliz.
La mayoría de los poemas están escritos en la adolescencia, aunque abarcan casi toda la vida azul del Poeta; sin apenas correcciones, presentan unos sentimientos vírgenes que suenan muy frescos. En ellos el Poeta, al igual que los trovadores, nos muestra un amor platónico con el que sueña y escribe sus poesías. No están escritos para los demás; están escritos para ellas, aunque hoy te los ofrezca a ti, lector azul.
La poesía es para el Poeta, un medio de comunicación con la amada más que una acción poética. Su timidez le impedía comunicarse con la palabra hablada, sin embargo, la palabra escrita salía con fluidez de su pensamiento. Esto hizo que desde muy temprana edad, utilizara los poemas para comunicar sus sentimientos a las chicas que le gustaban; pero le daba vergüenza que lo supieran las demás y por eso inventó un nombre en clave que representara a la chica que le gustaba en ese momento. Así surgió Preciosa.
De esta manera, Preciosa se convirtió en un concepto abstracto que representaba a la amada en cualquier época del Poeta.
Amor azul está dividido en seis capítulos de los cuales cinco son poemas de amor o desamor y un capítulo para recoger aquellos poemas que son ajenos a esa temática pero que forman parte de esa vida azul que ha vivido el Poeta.

Andos More.

PRÓLOGO AMOR AZUL:


Hace ya un buen puñado de años que conozco a Andos More. En un principio formamos parte de un mismo grupo literario, así que durante un tiempo compartimos nuestras fantasías y sueños en forma de relatos, también en poesía. Con el tiempo he ido conociendo más y más su obra, habiendo tenido el placer de leerme casi todos sus libros, por lo que puedo decir, orgulloso, que conozco a fondo la obra de Andos y su estilo literario.
Su poesía anterior a Amor azul la definiría como una poesía transparente y sincera. Con ella se abre a los lectores mediante unos versos directos, mediante una lírica llana y sin complicaciones. Pero, como todo autor, él y su obra han evolucionado. En Amor azul he descubierto un autor que impregna su mismo ser en cada uno de sus poemas.
Todos y cada uno de ellos los dedica de una forma ensalzada, casi hierática a sus amadas, también al amor cándido que profesa por ellas, a ese sentimiento embriagador que le impulsa a cantar sus versos de amor bajo las miradas azules, verdes o marrones de sus amadas. Y es que en su poesía, los colores tienen un significado esencial, al igual que el viento, la tierra o la propia Naturaleza. Por eso, en su Amor azul nos encontraremos con abundantes analogías y simbolismos que muestra con un prisma muy íntimo.
En este prisma los colores son personificados, cobrando un protagonismo inesperado. No obstante, nos da a entender que todos los colores del mundo son únicamente matices de un color único y que lo engloba todo: el color azul; que es el amor, la vida y la poesía; una misma entidad con tres nombres diferentes.
La Naturaleza y sus propios elementos también se transforman en el singular prisma del autor. Por ejemplo, el autor parece representarse con el viento, a veces suave y nostálgico, otras veces silencioso y perdido, otras enérgico y lujurioso. La lluvia es su tristeza y las sombras disfrazan la osadía, la soledad y el juego. La tierra es energía, es la cuna. El cielo, el espejo de su alma.
Todos estos simbolismos son sólo una pequeña parte del vasto contenido poético de su Amor azul. En él juega principalmente con los sabores y los olores para transmitirnos con viveza estos sutiles simbolismos. Su poesía, pues, es un vaivén de sensaciones, un baile de dulce y amargo; de frío y calor en el que nos muestra cómo la poesía es para él la savia de la vida, el camino hacia la belleza y el amor, una entidad superior que lo domina y lo embriaga. La poesía es dueña de su corazón, del amor, de la vida; lo es todo.
No obstante, no toda su poesía es igual y se desenvuelve de la misma forma, y menos en una obra tan extensa como es Amor azul. En ella yo identifico claramente tres grandes partes: la primavera, el verano y el otoño; que a la vez pueden reflejar tres grandes etapas de su vida.
En la primera etapa, su primavera, Andos quiere mostrar su mundo interior con el ímpetu de un niño, y como un niño, al principio exagera, ensalza con acopio y pone de más. Sus primeras poesías parecen los frutos de un mismo árbol, resplandecientes y lozanas. No obstante, a medida que su poesía evoluciona también lo hace la literalidad de su lírica, que se transforma en sutil retórica, en insinuación, en un juego casi hedonista, en el ímpetu y las ganas de fecundar arte. A veces es poesía muy abstracta, natural, sutil e improvisada; otras veces es una poesía colmada de sentimiento, con un profundo hoyo repleto de emociones, de recuerdos y de nostalgia. En ella parece llorar el pasado, ansiar lo que fue y lo que no pudo ser, intentar revivir con sus palabras la historia de toda una vida.
Esta primera parte está formada por los capítulos Amor azul ninfa, Amor azul princesa y Amor azul flor.
En Amor azul ninfa y Amor azul princesa habla de la añoranza hacia su infancia y su adolescencia, de los amores perdidos, de su corazón rechazado, de las palabras mudas que no llegaron. Es tan nostálgico que puedes llegar a sentir el anhelo de volver a esos tiempos, cuando el pasado siempre era mejor. Te transporta, te hace volar, aunque sea en soledad. En Amor azul flor ensalza la belleza de su amada, todo gira en torno a ella. Y es justo en este momento cuando su lírica parece despegar, nutriéndose de la retórica y la insinuación. Ya no es tan plana. Vemos despegar la obra de un autor que ha mantenido una solemne y silenciosa lucha en su interior. También es en este tercer capítulo donde se recoge lo mejor de su primavera: Poemilla a tus labios, Poemilla a tus manos, Así me gusta mirar tus ojos, Tarde de sol, Llaman a la puerta, Romance callado, Nostalgia, El viento, Musas y La mano (un poema lleno de retórica).
Y llegamos a la segunda etapa, su verano, con el cuarto capítulo, Amor azul preciosa. En esta etapa Andos ensalza la Poesía como si fuese una entidad viva. La adora, se refugia en ella para ahuyentar las malas sensaciones. De ahí que empiecen los sueños de verano donde por fin descubre el Amor correspondido. Aquí se desata su poesía contenida. Ahora es directa, enfática, sencilla y contundente, dedicada casi exclusivamente a su amada, a sus besos y a sus miradas, pues ella tiene el poder de destruir las tinieblas.
Amor azul noche es el quinto capítulo, y se abre dando paso al otoño, la tercera etapa de la obra. Su poesía ya ha madurado, como él mismo. Ha conocido el amor y la soledad, y ha aprendido. Con ella saborea el amor y la nostalgia, lo saborea como un buen vino añejo. Pero a la vez llega al invierno, en un baile de frío y calor, en un vaivén de claroscuros; y vuelve la soledad, fría como el invierno. Y en este aparente final, también se recogen algunos de los poemas más representativos, como por ejemplo: Sabores, Hace frío, La noche, El tren se ha ido, Las horas, La lluvia.
Pero lo que aparentaba ser un final, no lo es. Su poesía pasa por su mejor momento, y eso lo demuestra en el sexto y último capítulo: Otros poemas azules. En él viene lo mejor de su primavera y de su verano para aunarse con un otoño maduro. Continuamente tendrás la sensación de estar reviviendo momentos de las anteriores poesías. Sentirás conexiones, notarás una y otra vez los enlaces. Estrofas curiosas, Estrofas curiosas II, La última poesía, Una luz amarilla, Al perro que está enfrente, El viento,  Morenaza, Tras el cristal, La vejez, Mi sombra, Ciudad, Edificios y Granada son los poemas que me han parecido más representativos de esta última etapa.
En resumen, Amor azul es un libro vivo, una obra que evoluciona y se desarrolla. Dentro de él encontrarás los poemas de casi toda una vida.
Ese primer grupo de poemas que forman su primavera, tan íntimos, personales e inocentes; te dejarán con ganas de más, con la sensación de que aún falta algo. En el verano de su poesía disfrutarás como un recién nacido. A la vez que su poesía ha madurado, también conserva su toque juvenil, inconfundible, juguetón. Entenderás que su juventud nunca ha abandonado su alma, que aún conserva esa valentía que te permite lanzarte sin mirar al abismo que se abre bajo tus pies, y así superarlo con decisión. Y para terminar, en el otoño de su obra sentirás la madurez y el tibio sabor de lo añejo. Terminarás el libro sintiendo que el ciclo se ha completado.
Y ahora, después de estas palabras el viaje va a empezar…
Azel Highwind

martes, 7 de enero de 2014

ENSAYO SOBRE UNA HISTORIA




El 15 de agosto era una fecha en la que a Moreno le gustaba ir a Huélago, no solo por la fiesta sino porque coincidía con mucha gente, que por haber emigrado del pueblo para ganarse la vida, volvía para visitarlo. El Ayuntamiento y los Mayordomos habían transformado la primitiva fiesta de la virgen tramposa en una fiesta patronal especial para los forasteros y totalmente financiada por La Corporación Municipal. Las fiestas habían comenzado este año el día 11 con la proyección de una película “Avatar” en la plaza del pueblo; el día 12 una comedia “La mala vida”; el día 13 varias actividades y la actuación de la orquesta local: “Los Gallipavos”; el 14 varias actividades y por la noche la actuación del conjunto musical “Gin Tonic” y el Castillo de fuegos artificiales en La Pocilla, amenizada cada ronda por un pasodoble de la Orquesta de Pedro Martínez; el 15 misa y procesión y a las dos la comida popular en la plaza del pueblo, por la tarde juegos y una nueva procesión, y por la noche baile en la misma plaza con el grupo “Ala Delta”; la fiesta terminaba el 16 a las ocho de la tarde con la Traca Final.
Moreno llegó el 14 al mediodía, comió y se echó la siesta, luego se dio un paseo por la vega al atardecer, cuando volvió se sentó en su puerta al fresco y desde allí escuchó la música del conjunto que tocaba en La Plaza. Al día siguiente se levantó a eso de las siete y fue a tomar café al bar de la esquina donde saludó a muchos paisanos que visitaban su pueblo por esas fechas y luego, a las ocho se fue a dar un paseo por la vega. En La Esquina saludó a los cazadores que esperaban la llegada de un coche para desplazarse al lugar de caza, al ser un día de fiesta y el primer día que se abría la veda había gran cantidad de cazadores por todo el campo de Huélago, siguió Rambla abajo y al llegar al cruce de la Estación decidió ir por la carretera, cuando llegó al barranco Las Cuevas dio media vuelta para volver al pueblo, en los bordes de la vega se oían las voces y los disparos de los cazadores, en algunas ocasiones parecía que los disparos podían herirte y encogías el cuerpo al tiempo que mirabas alrededor y acelerabas el paso. Hacia las nueve ya estaba de nuevo en el pueblo bebiendo agua en La Pocilla, libre de los disparos de los cazadores, luego se dirigió a su casa donde descansó. Hacia las doce llegó su hermano y le cambió el grifo del corral y charlaron un rato hasta que llegó la hora de la procesión. Cuando llegaron a la iglesia la procesión ya había salido, en la Placeta Paulino se encontraron con ella y se pusieron a caminar detrás de San Juan pero había tanta gente que saludar que apenas si pudieron atender a la procesión, cuando esta terminó  la gente fue cogiendo mesas en la carpa para comer. El ayuntamiento financiaba toda la fiesta y la comida de hermandad que se realizaba en la plaza era muy bien acogida por todo el pueblo. Este año la comida era de barbacoa – mucha grasa – pensó Moreno y aceptó ir a comer con su hermano a la casa de un amigo, después de la tertulia volvieron a la casa y su hermano se marchó a la Puebla Don Fadrique, donde vive.
Cuando se quedó solo, se dedicó a recorrer la casa, primero la planta baja, habitación por habitación, luego la planta de arriba a la que llamaban “la cámara”, cada una tenia mil historias que recordar. En la última de las habitaciones, su antiguo dormitorio, tenía unos pocos ordenadores viejos de los que la gente tira y los utilizaba para aprender a montarlos con piezas de segunda mano que compraba por internet, eran muy antiguos y no tenían capacidad para los programas modernos pero allí pasaba el tiempo cambiando las piezas y probando configuraciones con la sola idea de aprender y entretenerse.
Aquel día iba a ocurrir algo que cambiaría su vida en los próximos años. Se puso a encender uno de aquellos ordenadores y mientras arrancaba el Windows 95 se puso a mirar la habitación. Al entrar a mano izquierda había un hueco en la pared, similar a una ventana, pero la pared daba a otra habitación: la Cámara Larga, que ahora se utilizaba de trastero. Le llamó la atención una grieta que se había producido en el lateral de aquel hueco, se acercó y comprobó que la raja era profunda, escarbó con el destornillador y comprobó que la grieta se agrandaba fácilmente – debe ser de la humedad, tendré que arreglarlo con yeso – pensó mientras iba agrandando la grieta, entonces una piedra se desprendió de la pared y apareció a la vista lo que parecía un gran agujero.
¾    ¿Qué es esto? Gritó en voz alta, aunque estaba solo.
La pared estaba construida con piedras y barro, este invierno había llovido mucho y la humedad había penetrado en toda la pared, eso hizo que la pared alrededor del hueco se fuera desmoronando con solo tocarlos con el destornillador, el hueco intuía un agujero grande.
¾    Parece un agujero hecho a propósito, tal vez esconda algo.
El corazón se le aceleraba, respiró hondo y se sentó, hacía dos meses y medio que se había operado del corazón, y aunque todo iba bien, no dejaba de estar preocupado. La operación salió perfectamente y ya desde el quirófano el corazón le latía con regularidad y con ritmo sinusal, la insuficiencia cardiaca había desaparecido igual que la arritmia, ahora tocaba curar la herida del pecho. Tenía que ser cauto en todas sus acciones.
Recordó los ejercicios de relajación y al rato su respiración volvió a la normalidad, se levantó de nuevo y fue a buscar un cincel y martillo – tal vez sea un tesoro –pensó.
Con el cincel fue agrandando el agujero hasta que vio un bulto oscuro de color marrón, el corazón de nuevo se aceleraba, pero esta vez no paró. Cogió el fardo con las dos manos y con mucho cuidado lo fue sacando, no sabía que tenía entre las manos, apartó con el codo un ordenador que había sobre la mesa y depositó el objeto sobre ella. Acercó la silla a la mesa y con cuidado desató los cordeles de cuero que lo ataban, luego fue descubriendo la envoltura que parecía de piel de oveja, al fin descubrió el tesoro que ocultaba aquel pellejo: ¡eran libros sin encuadernar! La primera hoja estaba suelta y escrita en árabe, el resto eran seis legajos atados con cuerdas de piel, también escritos en árabe. El texto era manuscrito y de gran belleza.
¾    No sabía que la casa fuera tan antigua, esto está escondido desde el tiempo de los moros -pensó para sí de nuevo.
 El papel, amarillento, muy grueso y de tacto rugoso, se encontraba en buen estado y no parecía tener nada que le hiciera peligrar su integridad. Lo llevó al armario y lo guardó allí. No sabía qué hacer si lo enseñaba lo tendría que entregar para su estudio, primero quería saber que decían, pero los escritos estaban en árabe y él no sabía árabe.
Esa noche no se durmió hasta el amanecer, justo cuando pensaba levantarse a tomar café. Se despertó a las diez de la mañana y fue al armario, observó de nuevo aquellos legajos y pensó que tenía que buscar alguien que le tradujera aquello.
Buscó en las cámaras una carpeta y metió la hoja suelta, se marchó al bar de la Esquina a tomar café donde preguntó a la gente;
¾    ¿En qué cortijo vive el moro?
Le explicaron donde vivía y como se iba. Allí se dirigió. Al llegar al cortijo, los perros comenzaron a ladrar, salió Mohamed extrañado por la visita y sin fiarse mucho del visitante. Después del saludo le explicó el porqué de su visita, dentro de la casa se oía la voz de una mujer y de niños jugar Mohamed dijo algo en árabe y las voces y el ruido cesó.
¾    Vamos dentro, aquí hace mucho sol —me dijo al tiempo que se dirigía al interior de la vivienda.
La puerta estaba cubierta por una cortina de saco, apartó la cortina y entraron en la casa, el pasillo de entrada conducía directamente al corral, a la mitad había dos puertas una a la izquierda, otra a la derecha. Entraron por la puerta de la derecha, la habitación era cuadrada, al fondo una chimenea, en los laterales dos armarios de obra, en el centro de la habitación, una mesa redonda y cuatro sillas; a la derecha una ventana que daba al exterior.
¾    Siéntese, por favor, ¿Quiere usted tomar algo?
¾    No gracias, no es necesario.
Se sentaron alrededor de la mesa. En ese momento entro su mujer, sacó de un armario una jarra de agua y dos vasos y los puso sobre la mesa, luego sacó un plato con unas galletitas de miel y almendra y se marchó sin decir palabra.
¾    Gracias señora —le dijo.
¾    Dime: ¿Qué quiere que le traduzca?
Mohamed lo miraba, parecía tener prisa por desembarazarse del visitante. Moreno sacó de su carpeta la hoja suelta encontrada en su casa y se la entregó. Mohamed la cogió y la observó, su expresión era de extrañeza.
¾    Esto es árabe pero solo dice un nombre, lo demás no tiene sentido.
¾    ¿Cómo que no tiene sentido?
¾    Sí, que las letras no forman palabras, no significan nada.
¾    Pues es un documento muy antiguo.
¾    Se nota que este papel es antiguo, pero no te lo puedo traducir, tal vez sea un acertijo, solo entiendo un nombre árabe –decía mientras le devolvía el documento.
Fue en ese momento cuando se acordó de los moriscos, hasta entonces solo pensaba en los musulmanes, pero después de la conquista cristiana, la cultura árabe pervivió durante un tiempo hasta que fueron expulsados de España. Le explicó a Mohamed la historia de los moriscos en España y como escribían en aljamiado para preservar su cultura. El lenguaje aljamiado consistía en escribir en castellano pero con letras árabes, ya que el árabe se estaba perdiendo debido a la prohibición de usarlo y de enseñarlo a los niños.
Mohamed cogió el documento de nuevo y lo miró con una nueva perspectiva.
¾    Me dices que traduzca las letras, eso es difícil pues hay varias equivalencias, a mí me resulta más fácil traducir del francés al español.
¾    Vamos a intentarlo, voy a escribir lo que tú me digas, piensa en las letras equivalentes y que tengan sentido en español.
¾    En los años que estuve en la universidad de Rabat no me enseñaron esto.
Estuvo observando un rato el papel y finalmente comenzó a traducir:
“En el nombre del Dios clemente y misericordioso, dueño del universo, soberano en el día de la retribución, es a ti a quien adoramos, de ti es de quien imploramos socorro, dirígenos por el camino recto.
¾    Esto se refiere al Corán, nuestro libro sagrado —explico Mohamed.
Yo Mikha`il Ibn Manzur Ibn Jalaf conocido con el nombre cristiano de Miguel Zubia-Granada Del Ojo, último descendiente de mi sangre, tras la muerte de mi único hijo en la guerra de las Alpujarras, a la edad de 50 años de viejo.
Vine a esta tierra, antaño propiedad de mis antepasados a vivir los días que me quedan y escribir la historia de mi familia que me contó mi padre y a este su padre y a este su padre y así a lo largo de los siglos, y es voluntad del creador que mi linaje se acabe con mi vida.
El cortijo de Huélago, fue una alquería a la que llamábamos Iliwas que estaba unida a nuestra familia desde los tiempos de la oscuridad, cuando adorábamos a dioses falsos, cuando los cristianos llegaron a nuestra tierra nos marchamos a Wadix y abandonamos estas tierras que había sido la base del sustento de nuestra familia. Dios nos castigó por eso y la reina Isabel los entregó a los caballeros que le acompañaban y que hoy son los dueños de la tierra. En la guerra de Granada mi abuelo fue apresado por los reyes y cristianizado por la reina que le puso el nombre de Fernando y como apellido el lugar donde fue atrapado La Zubia. Desde entonces hemos servido a los reyes de España como traductores y consejeros en asuntos de moros.

Decretada la expulsión, mi labor no era necesaria, aun así he pagado 5.000 ducados 

martes, 24 de diciembre de 2013

PARA TODO EL MUNDO


martes, 26 de noviembre de 2013

LA AMISTAD





Curso, 1975.76. - 18 años.
La Amistad
Amiga:

Entenderme a mí sin palabras,
sin palabras hablarte.
entenderme a mí sin gestos,
con la mirada hablarte.

Responderte yo quisiera
como quien habla a un amigo
como la brisa enredada
en las hojas verdes de un pino
o en mi cálida voz ahogada.

Amiga, siento una loca alegría
cuando tus ojos ante mí, veo pasar
en ellos leo sus palabras
que saben lo que es amar.

Esta luz que me envuelve
yo quisiera te envolviera a ti
que te inundara el alma
como me inunda a mí.

¿Cómo decirte esto?
¿Cómo saber si me entiendes?

Amiga, ¿cómo decirte eso?

*****

A  comienzos del curso de 1975-76, cuando estudiaba sexto de bachillerato, cambié mi domicilio de la Placeta Santiago al barrio San Torcuato. Me fui de la Casa de la Vieja a la Casa de Águeda con mi paisano Pepe y mi amigo Rafael. Allí conocí a Antonia y María Luisa, o al menos mis recuerdos de ellas comienzan allí. La amistad y camaradería surgió pronto y nos hicimos amigos. Por las tardes, después del instituto, estudiábamos en una gran mesa que había en el salón, los exámenes de Navidad estaban próximos. De vez en cuando hacíamos un descanso y María Luisa cerraba los ojos y se dormía, pero de verdad. Un día mientras estudiábamos, Antonia me preguntó: «¿cómo te gustan las amigas?» y mantuvimos una charla sobre el tema que se prolongó más allá del descanso y le enseñe esta poesía que tenía en una libreta.
Mi cambio de domicilio no modificó mi sentimiento de soledad. A pesar de los buenos momentos que pasamos me seguía sintiendo solo. Me faltaba el amor, claro.
Un día escribí un relato en forma de carta sobre el mismo tema. Se lo di para que lo leyera aunque ella no sabía de qué iba, cuando terminó me dijo:
¾     Amigo, eres muy raro.

Este es el relato:
«Amiga, Una noche de escombros y de humo, estando en silencio mi pipa y yo, así escribía para ti:
Me voy de aquí, no quiero más oírme, no quiero oírte. Toda voz suéname a falsa. ¡Oh! Triste soledad, la del engaño, la de la tristeza. He ido muriendo hasta llegar el día en que espejo de espejos, soy me extraño a mí mismo y descubro que no vivía.
Cállate corazón con tus pesares, los que no deben decirse, solo expresarse en el más profundo silencio. Mi silencio, tu silencio.
¡Señor! Jesús amigo mío, hombre del dolor, enséñame a descubrir la verdad del silencio. Mi silencio, tu silencio.
Cuando el alma recuerda la esperanza que nutrió su juventud, comprende que la vida es engaño, ¿nunca oíste mi nombre?, ni lo quieres oír, ¿acaso estamos separados por mares de silencios? Mi silencio, tu silencio. ¿Acaso por montañas, por la soledad?, o ¿acaso estamos separados por el profundo amor que te tengo?
Yo solo quiero ser Poeta, poeta de silencios, como tú, como yo. Mi silencio, tu silencio. ¿Por qué sufro más que tus otros amantes? Puesto que has matado mi alma a ti te corresponde repararla y yo debo corresponderte muerto, muerto en el silencio, muerto en la soledad, en el dolor o muerto en Nicaragua.
Amiga, he aquí que muero a manos llenas, a duras penas voy muriendo, ¿Habrá alguien que diga: esto que veis es Antonio Moreno? La soledad hambrienta me devora, ¿Quién me ayuda? ¡Ah! Noches y noches, cama y vueltas sobre la cama, lágrimas y lágrimas sobre mi rostro que nacen del verde de mis ojos. Nada, nadie, vacío, silencio. Mi silencio, tu silencio.

Amiga ayúdame.
Quiero cantarte a ti, amiga del Poeta que quiere ir a Nicaragua, amiga que lee a Blas de Otero, que preguntes como hacía el poeta:
¿Dónde está Antonio Moreno? “Está rodeado de fuego con los ojos abiertos”
¿Dónde está Antonio Moreno? “Está echado en su lecho con los ojos abiertos”
¿Dónde está Antonio Moreno? “Está solo con los ojos abiertos”.

Algunos dicen que tus ojos son negros, alguien que azules, otros  que verdes y yo digo que marrones, porque así se siente mi verde cuando se encuentra solo.
A ti, marrón, en esta noche de escombros estrellados, yo un verde fallecido te escribo y te contesto que solo quería estar contigo, que solo pensaba en ti y que dejaré a un lado mi amor para que tú tengas el tuyo, estoy entre dos fuegos y me hundiré para salvarte. Después de eso tampoco entenderás que te quiero. ¡Oh marrón del alma!, !Silencio infinito! ¿Dónde está mi alma? Sola está la luna y solo está el hombre que en el silencio se esconde.
Una noche de escombros y de humo, estando en silencio mi pipa y yo, así escribía para ti… cosas que solo eran mías.



jueves, 21 de noviembre de 2013

¿CÓMO SABES QUE HA LLEGADO EL AMOR?




SÍNTOMAS DE LA LLEGADA DEL AMOR.

Durante el último año he estado intentando recordar mi vida a través de las poesías que escribí en cada época. Bueno, ha sido al revés. He recopilado entre mis poemas los que representan a cada época y he descubierto que todos están asociados a hechos que me ocurrieron. Eso se debe a que lo que yo escribo son fundamentalmente sentimientos.

También me he dado cuenta de que en los periodos de enamoramiento, la intensidad de los escritos aumentaba, al igual que la cantidad. Y en los momentos de relajación amorosa disminuían. Ya sé que yo soy un romántico sin remedio, pero creo que a todas las personas les pasa algo parecido. No quiere decir que todo el mundo se ponga a escribir poemas de amor; sino que a todos les ocurre algo que transforma su cuerpo y su mente.

El amor no es algo que se pueda medir como se mide el agua o el gas. Pero sí se pueden ver ciertos síntomas que determinan el grado de enamoramiento. El cuerpo te avisa de la llegada del amor con antelación y los demás pueden ver esos síntomas. A veces es difícil distinguir entre enamoramiento y simplemente que te gusta una chica o un chico. Sobre todo en la adolescencia donde te falta la práctica que te ofrece la vida, y, todo lo vives, como si fuera lo último que vas a hacer en tu existencia.

¿Qué síntomas son esos? Yo voy a describir a diez que creo que les pasa a los chicos, me imagino que a las chicas les deben de pasar lo mismo. En cualquier caso seguro que alguno de vosotros o vosotras le puede añadir unos cuantos más:

PRIMERO: Se le quita el apetito. Se dan cuenta los familiares y amigos. Y eso que siempre tenía hambre y comía más que los demás. Él no se da cuenta, solo sabe que no le apetece comer.
·         --- Niño, ¿estás enfermo? ¿Qué te pasa que no comes? ¾le dice su madre siempre preocupada.
·                        --- Qué está atontâo con las niñas ¾contesta su padre que ya tiene experiencia.

SEGUNDO: Se vuelve intranquilo cuando lleva mucho tiempo sin verla. Hace dos horas que no la ve y le parece una eternidad. Al principio no se da cuenta pero luego se obsesiona y hasta que vuelve a verla no puede dormir, ni comer, ni estudiar ni nada de nada.

TERCERO: No puede dejar de pensar en ella. Un enamorado puede pensar en su amada el 95% de su tiempo. Hace tiempo que le pasa pero ni se da cuenta de eso. Hasta que un día lo descubre, pero le parece bien, solo quiere estar con ella y si no puede soñará que lo está.

CUARTO: Euforia desproporcionada. En cuanto se entera de que ella va a venir, le entra la risa tonta y no deja de hacer tonterías. Puede tartamudear y sudar abundantemente. Habla en voz alta sin darse cuenta y el que no lo conoce piensa que está tonto o loco.

QUINTO: Acaloramiento. Un roce, una mirada, un beso hace que le suban los colores y aparezca un cosquilleo en el estómago como si volaran por él cientos de mariposas. Cuando está con ella siente un calor por todo el cuerpo que le hace preocuparse si ella lo nota.

SEXTO: Taquicardia. Cuando ella se acerca el corazón se pone a mil por hora. Y no digamos si hay un simple roce, o un beso en la mejilla, o le da la mano como saludo…

SÉPTIMO: Insomnio. Por la noche no pega ojo. Imposible dormir. La salen ojeras y durante el día está atontado. No es de extrañar que tropiece con las farolas.
OCTAVO: Pasa de los amigos. Deja de ir con ellos para buscarla y pasar todo el tiempo con ella. Sus amigos pasan a segundo plano. Busca cualquier excusa para estar con ella.

NOVENO: Generosidad. Se vuelve muy generoso con ella y con todo el mundo. «No pasa nada si lo quieres te lo doy». No para de comprarle cosas y solo ve regalos para su amada «esto le gustará a ella».

DÉCIMO: Solo habla de ella. Sus amigos se aburren de oírlo, siempre está hablando de ella y todo lo que pasa le recuerda a ella.

Seguro que tú has sentido alguno o más de estos síntomas. Naturalmente cada persona tendrá sus variantes y unos síntomas serán más intensos que otros.

A veces estos síntomas te sirven para darte cuenta de que estás enamorado de alguien:
En mi primer amor, la primera vez que me di cuanta fue un día que fui a verla al parque de Guadix y ella ese día no había ido. Me fui a mi casa terriblemente preocupado y no pude comer, ni dormir, el estómago parecía un huracán de grado cinco. Descubrí que me pasaba todo el día pensando en ella. Que el tiempo se volvía eterno mientras esperaba la llegada del momento en que quedaba con ella en el parque. Me di cuenta de que estaba enamorado y no era un simple me gusta como en otra ocasiones sino que el sentimiento surgía con una fuerza que no podía controlar.

Mi segundo enamoramiento lo descubrí un día que paseaba con ella durante un recreo. Hasta ese momento era una amiga con la que me gustaba estar para contarnos nuestras cosas. Ese día llegamos hasta las puertas del cementerio y al darse la vuelta para regresar, tropezamos y la sujeté para que no cayera al suelo. Los dos nos estremecimos con el contacto y yo por lo menos me puse colorado. Ella no lo sé porque no fui capaz de mirarla a la cara. Regresamos al Instituto en silencio como si hubiéramos hecho algo malo. Entonces me di cuenta de que lo que sentía por ella estaba por encima de la amistad.

En mi tercer enamoramiento noté que buscaba encontrarme con ella como si fuera por casualidad, por la mañana, camino del instituto salía con tiempo para luego esperarla y hacerme el encontradizo con ella, que también colaboraba quedándose atrás de sus compañeras de habitación para que pudiéramos estar solos y hablar sin que los demás se enteraran. En el recreo la buscaba y no hacía caso a la llamada de mis amigos o compañeros. Eso me hizo pensar que sentía algo diferente por ella.

Una vez descubierto que has caído en las redes del amor y que es irreversible, el siguiente paso es que ella lo sepa. Me imagino que cada uno tiene sus maneras de hacerlo y habrá tantas como enamorados.

En las dos primeras ocasiones yo me declaré con poesías y fracasé en las dos. ¿Es un plan malo? No lo sé. En el amor no hay planes buenos o malos sino que depende de lo que sienta la otra parte y de que llegues a ella en el momento oportuno. La razón que tuve fue sencillamente porque mi timidez no me daba las palabras cuando debía pronunciarlas y escribirlas era, para mí, muy sencillo. Tan sencillo como coger un bolígrafo y un papel y poner una palabra detrás de otra.

La tercera vez que me enamoré cambié de estrategia, decidí ser un hombre nuevo que podía conseguir lo que se proponía y lo hice más sencillo: usaría la palabra.

Luego no ocurrió así, cuando quise hablarle la miré a los ojos y le dije que tenía que decirle algo muy importante. Naturalmente que ella sabía de lo que se trataba y le daba vergüenza y no me miraba a los ojos. Entonces yo le dije que no se lo diría hasta que me mirara a la cara. No me miró y volvimos sin que se lo dijera. La dejé en su casa y me fui pensando como lo haría la próxima vez. Eso ocurrió por la mañana, por la tarde fue ella la que vino a mi casa. Yo vivía solo y charlamos un rato de otras cosas, tampoco era necesario atacarla en todo momento, si ella quería ir despacio yo me adaptaría. Pero me equivoqué. Mientras yo pensaba como llevar la conversación a ese terreno ella ya lo había decidido. Pensé que un poco de música romántica nos llevaría  a donde yo quería y puse en el casete una cinta de música lenta y la invité a bailar.

Aguantamos poco, solo iba media canción cuando acerqué mi cara a la suya y ella me besó. Fue un beso suave, tierno. La segunda vez fui yo, fue un beso fuerte, intentando absorber su esencia. Luego vinieron más besos. Cuando paramos para respirar nuestros cuerpos flotaban de felicidad.

¡Cuánto trabajo para llegar ahí!

Pero, ¿qué es el amor? La  Wikipedia nos dice que:

El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (artístico, científico, filosófico, religioso). De manera habitual, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de actitudes, emociones y experiencias. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto.

En español, la palabra amor (del latín, amor, -ōris) abarca una gran cantidad de sentimientos diferentes, desde el deseo pasional y de intimidad del amor romántico hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar y el amor platónico, y hasta la profunda devoción o unidad del amor religioso. En este último terreno, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado del alma o de la mente, identificada en algunas religiones con Dios mismo o con la fuerza que mantiene unido el universo.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en las artes creativas (cine, literatura, música).

Desde el punto de vista de la ciencia, lo que conocemos como amor parece ser un estado evolucionado del primitivo instinto de supervivencia, que mantenía a los seres humanos unidos y heroicos ante las amenazas y facilitaba la continuación de la especie mediante la reproducción.

La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad. El egoísmo suele estar relacionado con el cuerpo y el mundo material; el altruismo, con el alma y el mundo espiritual. Ambos son, según la ciencia actual, expresiones de procesos cerebrales que la evolución proporcionó al ser humano; la idea del alma, o de algo parecido al alma, probablemente apareció hace entre un millón y varios cientos de miles de años.


Hay dos formas de entender el amor:

Los seres humanos podemos desarrollar en esencia dos tipos de actitudes: bajo una de ellas somos altruistas y colaboradores, y bajo la otra somos egoístas y competidores. Existen personas totalmente polarizadas hacia una de las dos actitudes por voluntad propia; por ejemplo, los monjes budistas están totalmente volcados hacia el altruismo, y los practicantes del objetivismo, hacia el egoísmo. Y también existen personas que combinan ambas formas de ser, comportándose, unas veces, de forma altruista y colaboradora, otras, de forma egoísta y competitiva, y otras, de forma parcialmente altruista y competitiva. En algunas partes del mundo predomina el altruismo (Tíbet), de modo que el egoísmo se ve en general como algo negativo. Y existen grupos humanos donde sucede lo contrario. Todas las guerras de la historia nacieron del egoísmo por parte de, al menos, uno de los dos bandos; todas las situaciones conflictivas del ser humano proceden del egoísmo.


¿Cuántas clases de amor hay?


En las relaciones de la persona con su medio, el amor se ha clasificado en diferentes manifestaciones; en virtud de ello, pueden aparecer una o más de las siguientes:

Amor autopersonal: El amor propio, amor compasivo, es, desde el punto de vista de la psicología humanista, el sano amor hacia uno mismo. Aparece situado como prerrequisito de la autoestima y, en cierto contexto, como sinónimo de ésta. Es algo positivo para el desarrollo personal e indispensable para las buenas relaciones interpersonales, y no debe confundirse con el narcisismo, que conlleva egocentrismo y que coincide con una autoestima baja. Para el budismo, que califica al ego como una mera ilusión de nuestra mente, el amor real, amor compasivo, sólo existe cuando se dirige hacia otra persona, y no hacia uno mismo. Para el psicoanálisis, que, de forma completamente opuesta al budismo, califica al ego como la única realidad, el amor autopersonal siempre es narcisismo, que puede ser, a su vez, saludable o no saludable.

Amor incondicional: Es el amor compasivo, altruista, que se profesa sin esperar nada a cambio. El amor espiritual, predicado por las diferentes religiones, es el amor incondicional por antonomasia. El amor maternal, o amor de madre a hijo, se reconoce también como amor de este tipo, y, por tradición, se considera motivado por un fuerte instinto que lo hace especialmente intenso; no obstante, hay también quien cuestiona la existencia de dicho instinto.

Amor filial: Entre hijos y padres (y, por extensión, entre descendientes y ancestros).

Amor fraternal: En su sentido estricto, es el afecto entre hermanos, aunque puede extenderse a otros parientes exceptuados los padres y los descendientes. Nace de un sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia, y se manifiesta por emociones que apuntan a la convivencia, la colaboración y la identificación de cada sujeto dentro de una estructura de parentesco. Desde el punto de vista del psicoanálisis, el fraternal es, al igual que el amor filial, sublimado, ya que está fundado en la interdicción del incesto.

Amistad: Cercano al amor fraternal, es un sentimiento que nace de la necesidad de los seres humanos de socializar. El amor al prójimo nace a su vez del uso de la facultad de la mente de empatizar y tolerar, y constituye la abstracción de la amistad. Para Erich Fromm, dicho amor al prójimo equivale al amor fraternal y al amor predicado en la Biblia mediante la frase «amarás al prójimo como a ti mismo».

Amor romántico: Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.

Amor confluente: Amor entre personas capaces de establecer relaciones de pareja, definido a mediados del siglo XX. Aparece por oposición al amor romántico: no tiene que ser único, no tiene que ser para siempre, no supone una entrega incondicional, etc.

Amor sexual: Incluye el amor romántico y el amor confluente. El deseo sexual, según Helen Fisher, es diferente del amor romántico y del afecto. Desde el punto de vista de la psicología humanista, el amor romántico —y el amor interpersonal en general— están relacionado en gran medida con la autoestima.

Amor platónico: Con propiedad, es un concepto filosófico que consiste en la elevación de la manifestación de una idea hasta su contemplación, que varía desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de su esencia. Para Platón, el verdadero amor es el que nace de la sabiduría, es decir, del conocimiento. Vulgarmente, se conoce como una forma de amor en que no hay un elemento sexual o éste se da de forma mental, imaginativa o idealística y no de forma física.

Amor a los animales y a las plantas: Nace de un sentimiento protector.

Amor hacia algo abstracto o inanimado: A un objeto físico, una idea, una meta, a la patria (patriotismo), al lugar de nacimiento, al honor, a la independencia (integridad). Puede considerarse amor platónico en su sentido filosófico. El patriotismo puede ir asociado a la heroicidad, en cuyo caso constituye un comportamiento de altruismo respecto a su grupo, que en esencia es un comportamiento de egoísmo respecto a otro grupo en la medida en que no se considera al otro grupo de la misma condición.

Amor hacia un dios o una deidad (devoción): Suele nacer de la educación recibida desde la infancia, y se basa en la fe. Se considera a Dios como la fuente de todo amor. En la mayoría de los casos, existe la creencia de que, tras la muerte, Dios premiará de alguna forma a las personas que la correspondiente religión considere virtuosas.

Amor universal: Amor espiritual que, según diferentes religiones, todas las personas pueden llegar a profesar al medio natural y que los grandes místicos experimentan como expresión del nirvana, éxtasis o iluminación, estados de conexión absoluta con el universo o con Dios.





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